Cuatro días llevan ya esperando puerto seguro los 121 migrantes a bordo del Open Arms tras su rescate frente las costas libias y ante la negativa de Italia de dejarles desembarcar en Lampedusa.

Valencia y Barcelona se han ofrecido a permitirles desembarcar allí, pero la decisión final depende de Pedro Sánchez.

En este sentido, el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha afirmado que "no puede ser" que España sea el único puerto seguro del Mediterráneo ni el único país que esté asumiendo las labores de salvamento de inmigrantes, porque esta no es una cuestión "voluntarista" sino de política de la Comisión Europea.

Preguntado acerca de si ello significa que el barco no va a ser acogido en España, ha afirmado que no es que no vaya a venir, porque "lo que tenga que ser, será", aunque ha insistido en que otros países no deben eludir su responsabilidad

Entretanto, otro buque, este de Médicos sin Fronteras, ayuda desde este lunes a las tareas de salvamento en el Mediterráneo Central.