Rusia dio por terminada la movilización parcial decretada en septiembre por el Kremlin este viernes. "El alistamiento de ciudadanos para la movilización concluyó hoy. El objetivo que se marcó, 300.000 hombres, se ha cumplido. No se planean reclutamientos adicionales", informó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, al presidente ruso, Vladímir Putin.

Del total de 300.000 reservistas, 82.000 han sido enviados a Ucrania para participar en la "operación militar especial", explicó Shoigú, al señalar que más de la mitad de ellos ya participa en acciones de combate. "Quiero agradecerle a todo aquel que se ha alistado en las Fuerzas Armadas. Quiero decir gracias por la lealtad, el patriotismo, por el firme convencimiento de defender a nuestro país, a nuestra Rusia, es decir, su casa, su familia, nuestros ciudadanos, nuestra gente", respondió Putin. También se pronunció sobre las dificultades que hubo en el proceso.

"Hubo ciertos problemas y dificultades", pronunció el líder ruso. La principal fue la oposición que generó en la sociedad rusa la entrada en vigor de este decreto. Y prueba de ello son las imágenes del centro de reclutamiento de Siberia en llamas, incendiado en señal de protesta. Peor también se ha generado descontento por la falta de la protección y entrenamiento con la que han sido mandados los ciudadanos al frente.

A pesar de ello, 82.000 han sido enviados a la guerra. Algunos de ellos ya han muerto en el campo de batalla, como es el caso de Iria, un joven carnicero que fue instruido durante siete días. Dos semanas después cayó en combate. Un compañero suyo, Nikita, duró una semana en el frente. Fue mandado a combate cinco días después de ser reclutado. "Fue enviado como carne de cañón", denuncia ante las cámaras una amiga de la familia del joven.

La cuestión no reside únicamente en la escasa formación, también en la falta de equipamiento. Como se puede ver en el vídeo de portada, algunos grupos de movilizados han llegado a denunciar públicamente no tener suficiente combustible. Y estas declaraciones han llegado a Putin, quien esta semana ha pedido a su equipo que le ponga solución. "El equipamiento no solo debe ser disponible, debe ser moderno y eficiente", exigía ante una videoconferencia el líder ruso.

Desde el país invadido, Zelenski también se ha dado cuenta de la falta de equipamientos y protección de los movilizados rusos. Tanto es así que asegura que Rusia necesitará movilizar a más personas pronto.