Infracción por falta de civismo

Portugal impone multas de entre 50 y 250 euros por usar con volumen el teléfono móvil en el transporte público

Los detalles
Además de tomar esta medida, las autoridades portuguesas pretenden iniciar campañas de concienciación "para un uso adecuado y cívico del teléfono móvil".

Imagen de archivo de pasajeros en el metro.

Portugal quiere acabar con el ruido de los teléfonos móviles en el transporte público. De esta forma, ha decidido que a partir de ahora multarán a aquellos pasajeros que estén provocando un ruido que pueda molestar al resto de viajeros.

En concreto, sancionarán con una multa de entre 50 y 250 euros a aquellas personas que estén haciendo ruido con sus teléfonos móviles, al considerarlo una infracción por falta de civismo.

Además de las sanciones, las autoridades portuguesas pretenden iniciar campañas de concienciación "para un uso adecuado y cívico del teléfono móvil". Entre otras medidas, recomienda a las operadoras de transporte que lleven a cabo encuestas de satisfacción de los pasajeros en las que se incluyan preguntas relacionadas con este problema; reforzar los actuales avisos; o implementar los llamados 'vagones silencio', ya activos en España o Francia.

De momento, en España lo que existe son carteles que recomiendan el uso de auriculares para no molestar al resto de pasajeros. Sin embargo, aquí simplemente se trata de una recomendación y no de una obligación.

Lo cierto es que es bastante habitual estar en el transporte público y escuchar la música de la persona de al lado o sus conversaciones. Algo que es bastante incómodo, sobre todo, dependiendo de la hora en la que ocurra. "Si estas leyendo algo que te interesa o estas estudiando, te va a molestar", asegura un pasajero.

Precisamente, para evitar que otros estén incómodos mientras algunos hacen ruido, Portugal ha optado por tomar esta medida para que las personas utilicen los cascos a un volumen aceptable.

En España, a pesar de no haber multas, lo que existen son los vagones del silencio y los avisos en las pantallas, porque para muchos el silencio en el metro o en el autobús es un placer del que no quieren prescindir.