Algunos economistas hablan de opacidad, de que Alemania acumula 200.000 millones de euros en productos tóxicos para que su prima de riesgo siga siendo la más baja de la zona euro.
En el Consejo Europeo de esta semana, Angela Merkel se ha comprometido con Europa a medias, porque admite una supervisión bancaria, pero deja a 423 cajas de ahorros fuera de vigilancia.
Stefanie Müler, corresponsal alemana del Wirtschaftswoche, habla de que ''Merkel es muy popular y tiene que hacer cosas para garantizar los votos''. Además, Müler ve que, al tener liquidez, Alemania no quiere pagar ''la fiesta'' de otros.
Los economistas hablan de que detrás de esta imposición está la opacidad, ya que las cajas alemanas podrían tener unos 200.000 millones de euros en tóxicos. Mantenerlo en secreto les convendría para seguir manteniendo el actual desequilibrio en los mercados que tanto les beneficia.
Las elecciones del próximo año en Alemania hacen que Merkel se posicione. Pero hay expertos que hablan de motivos y cifras más oscuras. Manuel Romero, director del Sector Financiero IE Business School, cuenta que ''hay muchos informes que dicen que las cajas alemanas pueden tener entre 250.000 millones y un billon de euros en activos tóxicos''.
Alemania no querría facilitar datos de sus entidades, porque, hasta ahora, el secretismo le ha beneficiado bastante.