El presidente fue recibido por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y el presidente, Simon Peres. Acto seguido, tras escuchar los himnos de EEUU e Israel, pasaron revista a a una guardia de honor compuesta por fuerzas de tierra, mar y aire.

En el aeropuerto le esperaban también todos los miembros del nuevo Gobierno israelí y los máximos representantes de las instituciones del país, y ha tenido la oportunidad de observar de cerca una de las baterías de la Cúpula de Hierro- el sistema antimisiles subvencionado por Washington- trasladada expresamente al aeródromo para la ocasión.

El presidente norteamericano, a su llegada, aseveró  que "la paz debe llegar a Tierra Santa", a la vez que calificó la alianza entre Estados Unidos e Israel de "eterna" y  "para siempre". "Esta alianza hace a ambas naciones más fuertes y convierte al mundo en un lugar mejor" concluyó.

Obama pasará dos días y medio en Israel, con dos breves desplazamientos al territorio palestino ocupado de Cisjordania: a Ramala, para entrevistarse con el presidente palestino Mahmud Abás y el primer ministro, Salam Fayad, y a Belén para visitar la basílica que marca el nacimiento de Jesús.

Además, en su agenda figuran hasta tres reuniones con Netanyahu que girarán en torno a los temas de el programa nuclear iraní, el conflicto armado en Siria y las vías para relanzar el estancado proceso de paz en Oriente Medio.