Barack Obama considera que matanzas como la de Newtown ya no pueden volver a repetirse y por eso, está dispuesto a tomar medidas.

El Presidente, partidario de hacer cambios para que no se repita lo ocurrido

"Ya no podemos tolerar esto. Estas tragedias deben terminar y, para terminarlas, debemos cambiar", ha urgido Obama en una vigilia interconfesional en homenaje a las víctimas de la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut).

Ante los cientos de personas que atestaban el salón de actos del instituto de enseñanza media de la ciudad, Obama ha dicho que Estados Unidos tiene la obligación de cuidar de sus niños, y "si no podemos hacerlo bien, no podemos hacer nada bien". 

"¿Cómo podemos decir, como país, que estamos cumpliendo nuestras obligaciones?", se preguntó, y reflexionó que "no estamos haciendo bastante". 

Muchas familias han acudido con niños pequeños, que llevaban en su mayor parte muñecos de peluche. La atmósfera estaba muy cargada, con muchos adultos enjugándose lágrimas y un ambiente general de tristeza y pesadumbre. 

Antes de la ceremonia, muchos asistentes se abrazaron y se consolaron entre sí, puesto que en esta ciudad de 27.000 habitantes prácticamente todos conocían a alguna de las víctimas. 

Ante esta audiencia, Barack Obama ha recordado que, desde que ocupa el cargo, ésta es la cuarta vez que acude a una comunidad víctima de tiroteos masivos y, además, entre cada uno de ellos se ha producido "una serie sin final" de muertes, muchas de ellas de niños, por armas de fuego en todo el país. 

Obama ha admitido que hay "causas complejas" a la violencia en Estados Unidos" y ha instado en que "no podemos aceptar como rutinarios acontecimientos como este". 

Desde el tiroteo del viernes, en el que Adam Lanza, de 20 años, mató a su madre y luego se dirigió a la escuela para perpetrar la matanza antes de suicidarse, han surgido numerosas peticiones para que la Casa Blanca encabece un nuevo intento por controlar la venta de armas en este país. 

Obama ha reconocido que ninguna ley puede eliminar el mal ni prevenir la violencia, pero eso "no es una excusa para no actuar", y anunció que en las próximas semanas usará "todo el poder" de su cargo para lanzar una discusión en la sociedad estadounidense sobre "cómo prevenir tragedias como ésta". 

El presidente, con tono sombrío pero sereno, dijo a los ciudadanos y familias de las víctimas que venía "a ofrecer el amor y las oraciones de todo el país", incluso ha afirmado que era "muy consciente de que las palabras solas no pueden calmar vuestro dolor".

Obama ha leido uno por uno los nombres de los niños asesinados, y ha recordado también el valor del personal de la escuela, que "no se acobardó". "Respondieron como todos esperamos que respondan en esas terribles circunstancias, con valor, dando su vida para proteger a los niños bajo su cuidado", ha añadido. 

Antes del inicio, los asistentes se han puesto en pie para ovacionar la entrada de algunos policías y miembros de servicios de emergencia que acudieron a la escuela tras el tiroteo, algunos de los cuales no han podido ocultar las lágrimas por lo duro de las escenas que tuvieron que presenciar en la escuela. 

En la ceremonia interconfesional han intervenido religiosos de diversas confesiones cristianas, así como de la judía y musulmana.

"Necesitábamos estar juntos, como comunidad y como familia", ha dicho el primer religioso que intervino, en unas sobrias palabras de bienvenida.