Barack Obama lo ha dejado claro por si alguien tenía dudas: Estados Unidos no combatirá en Irak. El presidente estadounidense, en un encuentro con las tropas celebrado en Florida, ha definido su papel en la guerra contra ISIS. Equiparán con medios al ejército iraquí y les formarán en misiones de contraterrorismo. Obama es consciente de que los yihadistas de ISIS suponen una gran amenaza global y avisa: si se meten con su país, no habrá lugar en el mundo seguro para ellos.
Obama cierra la puerta a una nueva guerra en Irak