Billetes de avión gratis a otros lugares de Estados Unidos. Es lo que está ofreciendo la Alcaldía de Nueva York a los migrantes llegados a la ciudad que quieran abandonarla de forma voluntaria, en un intento de descongestionar la urbe ante un flujo incesante de llegadas que desde la primavera de 2022 ha traído a la Gran Manzana a 133.400 personas, según cifras municipales citadas por Efe.

Desde la Alcaldía han justificado esta medida indicando que, a pesar de haber abierto más de 210 albergues de emergencia, ya no tienen más hueco. "Simplemente nos hemos quedado sin sitio", ha señalado un portavoz municipal a la citada agencia. "Como no hay señales de descompresión en el futuro inmediato, hemos establecido un centro [para que elijan] reubicación", ha precisado.

"La ciudad va a redoblar esfuerzos para comprar billetes a los inmigrantes y ayudarles a dar un próximo paso en su viaje", ha añadido la fuente, precisando que el "centro de criba" se encuentra en el Hotel Roosevelt, un hotel histórico reconvertido desde hace meses en centro de operaciones migratorias.

Aunque la prensa tiene prohibido entrar en él, la agencia Efe ha podido hablar con los migrantes que se agolpan a la entrada en busca de información. A Héctor, un ciudadano colombiano, le han ofrecido un billete ida a Denver, pero por el momento se ha negado: "¿Qué se me ha perdido en Denver? Ahí no conozco a nadie", asevera. Sin embargo, no ha desechado la idea del todo, porque, dice, "en Nueva York somos muchos para pocos trabajos".

José Luis, de origen ecuatoriano, cuenta una experiencia parecida: en su caso, le ofrecieron billetes "para Denver, Chicago y Florida", pero también los rechazó, porque al preguntar si el billete venía acompañado de una oferta de trabajo recibió una negativa. En la puerta del Hotel Roosevelt, todos conocen a algún amigo o pariente al que han ofrecido un vuelo, pero solo quienes tienen familiares en otras ciudades están sopesando la idea.

Este ofrecimiento de vuelos gratis se suma al que la ciudad ya hizo en febrero, en este caso de viajes gratuitos en autobús: entonces, Nueva York había recibido a 45.000 inmigrantes y varios cientos de ellos -aunque nunca se divulgaron cifras oficiales- se fueron en autobuses pagados por la Alcaldía neoyorquina a otras ciudades, en algunos casos hasta Canadá, creando un problema político en el país vecino.