Como lo prometido de un político en campaña es deuda, David Cameron, ha dado luz verde para que confisque los salarios de los inmigrantes ilegales e investigar las cuentas de los sospechosos de estar en situación irregular, con el objetivo de atajar el flujo de inmigrantes que aumentó en Reino Unido en un 22 por ciento en el 2014. Estods datos son usados para justificar aún más su rechazo a la cuota de reparto de inmigrantes que le pide Bruselas.