Es la primera cumbre post 'Brexit' de David Cameron, tal vez la más complicada. Ladeaba la cabeza frente al presidente del Consejo Europeo, ha buscado a Merkel y poco antes de la foto de familia compartía impresiones con Hollande. Tienen mucho de qué hablar y más después de los recados que han ido dejándole la jornada, el primero de Alemania. "No habrá negociaciones formales o informales antes de que Reino Unido utilice el artículo 50 y presente una moción", explica Angela Merkel.

Reino Unido no está dispuesto, no invocará el artículo hasta que no esté clara la relación que habrá con la UE, y ésta relación le dicen desde Bruselas no puede ser a medias. "En la Unión Europea eres Estado miembro o no. No hay medios miembros", ha señalado Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea en Política Exterior.

Ser o no ser y no hay más alternativas. Tercer recado: el más repetido, hay prisa. Llega desde Francia y Bélgica que quieren un divorcio exprés. "El proceso británico de salir de la Unión Europea debe comenzar lo más rápido posible", explica François Hollande. "No tengo intención de aceptar un chantaje infinito de Reino Unido. No aceptaré que Reino Unido haga perder el tiempo a todos los europeos durante meses", señala Charles Michel, primer ministro de Bélgica.

Aunque la imagen más tensa se ha vivido en la sesión extraordinaria del Parlamento Europeo. Juncker ya parecía avisar al oído al euroescéptico británico Nigel Farage que en el pleno se acaba la comprensión. "Debemos respetar la democracia, es la última vez que aplauden aquí, en cierto modo, estoy sorprendido de que esté aquí. Usted estaba luchando por la salida, los británicos han votado por la salida. ¿Por qué está aquí?", le ha dicho Juncker.

Ataque frontal a una de las principales caras de la campaña por el Brexit. Pero el euroescéptico presume de que al final, él ha reído el último. "Cuando vine aquí hace 17 años y dije que quería liderar la campaña para que el Reino Unido saliera de la Unión Europea, todos ustedes se rieron de mí. Ahora ya no se ríen, ¿verdad?", ha expresado Farage.

Cameron intentará acordar una especie de ruta de salida con los otros 27. Y no parece que la cena vaya a ser plato de buen gusto.