La muerte de Ágatha Félix, una niña de ocho años, durante una operación policial en una favela de Río de Janeiro ha resucitado la indignación ante la violencia que azota las regiones marginales de la ciudad, donde narcotraficantes, agentes y milicias libran una guerra que se arrastra desde hace años.

La niña, de ocho años, estaba en el interior de un vehículo en el Complejo de Alemao, un conjunto de favelas en la zona norte de Río de Janeiro, y regresaba a casa la noche del viernes cuando recibió un tiro en la espalda.

Ágatha llegó a ser socorrida y trasladad a un hospital, pero falleció en el centro médico, donde sus familiares vivieron momentos de desesperación tras recibir la noticia.

"Mató a una inocente, a una niña inteligente, estudiosa, obediente, con futuro. ¿Dónde están los policías que hicieron eso? Su voz es el arma", denunció el abuelo de la niña, Ailton Félix, en declaraciones recogidas por el diario 'Extra'.

La Policía Militar de Río de Janeiro explicó que agentes de la Unidad de Policía Pacificadora fueron atacados en varios puntos de este complejo de favelas de forma simultánea y, por esa razón, el equipo "respondió a la agresión".

No obstante, según relatos de vecinos recogidos por 'La Voz das Comunidades', un medio de comunicación de las favelas de Río, los agentes dispararon contra una motocicleta, pero la bala se desvió, entró en la furgoneta y alcanzó a la niña por la espalda.

El Complejo do Alemao es escenario de constantes enfrentamientos armados debido a la presencia de las bandas de narcotraficantes que controlan sus accesos. La 'guerra' librada en el interior de esta barriada dejó al menos seis muertos esta semana en una operación antidrogas realizada por la Policía.