El fuego sigue arrasándolo todo en la isla de Evia, donde los bomberos no consiguen sofocar los múltiples incendios que se iniciaron hace seis días. Entre lágrimas, una noche más, cientos de vecinos han sido evacuados de la segunda isla más grande del país. "Estoy enfadada, he perdido mi casa. Nuestras ciudades están destruidas. No queda nada", lamenta una mujer.

Los evacuados defienden que no quieren rescates, sino más medios para enfrentarse a las llamas que han llegado hasta dentro de las casas. Aquellos que se han quedado en Evia han colaborado en la extinción de las llamas.

Los focos del sur ya están controlados, aunque no los del norte. En este sentido, Nikos Hardaliam ministro de Protección Civil, advierte de que "el frente del norte sigue siendo extremadamente peligroso".

El primer ministro ha visitado la base aérea desde la que están despegando los hidroaviones. Ya hay diez países que han enviado efectivos, y otros ocho lo harán en las próximas horas.

El norte de Atenas, el otro punto crítico de los incendios

Junto a la isla de Evia, el otro punto crítico es el norte de Atenas. Allí han conseguido sofocar las llamas que han devorado todo a su paso. "Ahora mismo en Atenas la cosa está mejor, pero cuando empezaron los fuegos fue brutal", señala Cristina, española residente en Atenas, quien cuenta que han tenido problemas "en la electricidad, muchos apagones...".

Los bosques, reducidos a cenizas

Los bosques del norte de la capital han quedado reducidos a ceniza, y las altas temperaturas no están ayudando, como tampoco el viento, que dificulta la extinción de los incendios. Víctor Resco, profesor de Incendios Forestales de la Universidad de Lleida ha afirmado que las llamas "están quemando terreno con una intensidad más elevada de lo que estamos acostumbrados", a lo que ha añadido que el hecho de que haya "simultaneidad supone un grave problema". "En Grecia, teníamos hace poco 81 incendios a la vez. Es una salvajada", subraya.

El Gobierno ha puesto en marcha una línea directa de comunicación para los ciudadanos con problemas respiratorios. Y es que en algunas zonas el aire se ha vuelto irrespirable porque hasta hace muy pocas horas han estado rodeadas por las llamas.