Hamás pasó dos años organizando el ataque a Israel del pasado 7 de octubre, en el que alrededor de 1.400 israelíes fueron asesinados. Sorprende que la planificación del mayor ataque en la historia de Israel pasase desapercibida al Mossad, el servicio de inteligencia israelí, uno de los mejores del mundo.

La organización terrorista lo consiguio realizando una planificación "a la antigua", según cuentan fuentes de inteligencia estadounidenses a la CNN. Blas Moreno, codirector de 'El Orden Mundial' detalla que "es la única forma que tienen estas milicias de regatear o evitar la vigilancia de un coloso tecnológico como es Israel".

La principal clave: evitar el uso de ordenadores y teléfonos móviles. Para ello, realizaron reuniones en persona y llamadas a través de sus propias líneas, un cableado telefónico que recorre la red de túneles subterránea en la Franja de Gaza.

Los mismos que le permiten a Hamás esconder y disparar misiles, y recorrer Gaza sin ser percibido. Prácticas que son marca de la casa según el director de 'The Political Room', Yago Rodríguez: "Se ha llegado a la conclusión que hay que prepararse y a menudo, de hecho, es más seguro emplear toda esta clase de métodos. Ya no solo para estos grupos que es imprescindible, porque la inteligencia de señales y cibernética israelí es excelente si no para ejércitos mucho más modernos".

Una preparación que permitió introducir en secreto hasta 1.500 integrantes de Hamás en Israel por la frontera con Gaza. Hasta ahora, Israel señalaba directamente a Irán como planificador de los ataques.