Contenedores crujidos como palillos, cientos de coches nuevos calcinados, escombros y humo tóxico. Es lo que queda del polígono industrial de Tianjin, el décimo puerto mayor del mundo, que prácticamente ha sido borrado del mapa por las inmensas y misteriosas explosiones acaecidas.
Testigo de la explosión en China: "Cuando me quise dar cuenta estaba todo cubierto de sangre"