El atacante también falleció en el intercambio de disparos, en la ciudad Israelí de Eilat, en la costa del Mar Rojo. Un escuadrón militar de lucha contra el terrorismo disparó y mató al hombre, según una fuente del ejército, después de que el atacante se resguardase en la cocina.

Previamente, el ex empleado habría sustraído el arma a uno de los guardias de seguridad, para después abrir fuego. En el registro posterior, efectuado por la policía israelí, se comprobó que el estadounidense no había tomado rehenes, como se contó en un primer momento.

Un huésped del hotel, Aviram Sela, dijo que intentó tirar al piso al atacante antes de que comenzara el tiroteo, después de que los turistas intentasen resguardarse detrás de un sofá, en la recepción del hotel.