No es fácil vivir la invasión y guerra a miles de kilómetros, como le está sucediendo a muchos ucranianos. Y mucho menos para los menores de ese país que están en una situación similar. Estos días, algunos de estos pequeños han tenido que explicar a sus compañeros de colegio qué es lo que está pasando en su país. Es el caso de Alina: vive en Viladecans, en Barcelona, pero es de origen ucraniano. Cuenta cómo es eso de dormir en un refugio.

"Mi familia está ahora mismo refugiándose en un búnker por cualquier explosión que pueda haber", detalla. Una compañera le pregunta: "Pero si están en el búnker, sus casas, ¿qué?". Alina responde: "Hay veces que, por la mañana, o a la hora de comer, les dejan ir". También se ha llevado a su madre, ucraniana, al aula para para despejar sus dudas sobre el conflicto. "¿Cómo se siente que estén invadiendo tu país?", le han preguntado.

La madre de Alina responde sin rodeos: "Mucha impotencia, mucho miedo, porque hoy estás bien pero mañana viene un enemigo, entra en tu casa y te quita todo". En la clase, sobran manos levantadas para expresar sus dudas acerca de este conflicto. "A los alumnos les causa inquietud y quieren saber", comenta Fernando Rodríguez, profesor del Colegio Sagrada Familia donde han dado su charla Alina y su madre.

El mismo apoyo le brindan a Danilsus compañeros de colegio de Fuenlabrada (Madrid), muy preocupados porque no consiga contactar con sus abuelos en Kiev. "Están en un búnker y no tienen conexión a Internet y no podemos hacer videollamada con ellos ni nada". Con pocos años, no les falta (curiosidad) empatía y solidaridad con los que sufren esta guerra que también les preocupa.