El papa Francisco ha
dirigido este sábado un discurso a los participantes de un seminario en el
Vaticano sobre la contribución del cristianismo a la Unión Europea, en el que
se ha referido a los conflictos pasados en el continente, en especial, las
guerras mundiales.
"No es este, por
tanto, el tiempo de construir trincheras, sino el de tener la valentía de
trabajar para perseguir plenamente el sueño de los Padres fundadores de una
Europa unida y concorde, comunidad de pueblos que desean compartir un destino
de desarrollo y de paz", ha recalcado.
Así, el pontífice ha
señalado que de ese evento se aprende que quien se atrinchera detrás de las
propias posiciones, termina por sucumbir. "Pero todavía hoy vemos cómo la
paz es un bien frágil y las lógicas particulares y nacionales corren el riesgo
de frustrar los sueños valientes de los fundadores de Europa", ha añadido.
Francisco ha advertido
de que la paz requiere amor a la verdad y también creatividad. "La Unión
Europea mantendrá fidelidad a su compromiso de paz en la medida en que no
pierda la esperanza y sepa renovarse para responder a las necesidades y a las
expectativas de los propios ciudadanos", ha apuntado.
El papa también ha
señalado que toda Europa, "desde el Atlántico hasta los Urales, desde el
Polo Norte hasta el Mar Mediterráneo", no se puede permitir perder la
oportunidad de ser ante todo un lugar de diálogo, sincero y constructivo al
mismo tiempo, en el que todos los protagonistas tienen la misma dignidad.
"Estamos llamados a construir una Europa en la que podamos encontrarnos y
confrontarnos a todos los niveles", ha subrayado.