El ministro de Exteriores de Egipto, Samé Shoukry, ha asegurado que su Gobierno no ha recibido la información de Inteligencia de la que supuestamente disponen otros países y que avalaría la hipótesis del atentado en relación a la tragedia aérea del Sinaí.
"La información que hemos oído no ha sido compartida en detalle con las agencias de seguridad egipcias", ha lamentado Shoukry en rueda de prensa. "Esperábamos que se nos proporcionase la información técnica", ha apostillado, sin citar a ningún país en concreto.
El presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, llegó a tachar de "propaganda" la reivindicación terrorista del supuesto derribo, el 1 de noviembre, de un avión de pasajeros ruso con 224 personas a bordo. Sin embargo, varios gobiernos occidentales han apuntado a la teoría del atentado como la más probable.
A las sospechas de países como Reino Unido o Estados Unidos se han sumado una serie de filtraciones que apuntarían a una explosión repentina a bordo del avión. Fuentes de la investigación citadas por la cadena pública gala France 2 han asegurado que las grabaciones recogidas en la caja negra descartan un posible fallo técnico.