La Corte Suprema de Países Bajos difundió una decisión histórica por la que obliga al Estado a tomar medidas climáticas más ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% a finales de 2020.

De esta forma, ese órgano judicial con sede en La Haya se alinea con la organización Urgenda, que ordenó al Estado en 2015 rebajar las emisiones en esa proporción al final del próximo año, ya que rechazó la apelación del Estado neerlandés.

La Fundación Urgenda y el Estado holandés creen que las emisiones de gases de efecto invernadero deberían reducirse rápidamente y al final detenerse casi por completo, pero con diferencias, porque aquélla exige al menos un 25% en 2020 en comparación con los niveles de 1990 y éste rebaja el objetivo al 20%.

La Corte Suprema basó su sentencia en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y en las obligaciones legales del Estado neerlandés de proteger la vida y el bienestar de los ciudadanos de Países Bajos, ancladas en el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Existe un gran consenso en la ciencia y la comunidad internacional sobre la necesidad urgente de que los países desarrollados reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 25% a finales de 2020 y el Estado holandés no ha explicado por qué una reducción menor puede considerarse justificada, según informó la Corte Suprema.

El Estado holandés cree que corresponde a los políticos tomar decisiones sobre la reducción de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, la Constitución exige que la justicia aplique las disposiciones del Convenio Europeo de Derechos Humanos, de acuerdo con la Corte Suprema.

Por otro lado, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aplaudió esta decisión histórica de la Corte Suprema de Países Bajos y consideró que ello confirma que el Ejecutivo neerlandés y, por implicación, otros gobiernos tienen legales vinculantes basadas en el derecho internacional de los derechos humanos para emprender fuertes reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero.

"El cambio climático ya está dañando gravemente los derechos humanos, y ese impacto está creciendo rápidamente", dijo Bachelet a través de un comunicado. "El reconocimiento por parte del más alto tribunal holandés de que las obligaciones de los derechos humanos de los Países Bajos proporcionan una base legal para obligar a una acción más fuerte y más rápida por parte del Gobierno es de vital importancia".

Bachelet indicó que "este fallo histórico proporciona un camino claro a seguir para las personas interesadas en Europa y en todo el mundo: emprender litigios climáticos para proteger los derechos humanos".

La Alta Comisionada indicó que, ante el "fenómeno arraigado y peligroso de la negación climática", la decisión es un espaldarazo a que "la acción climática más ambiciosa, en todas partes del mundo, sea una obligación de derechos humanos en lugar de simplemente una elección de política".

Bachelet comentó que "los efectos potencialmente devastadores de un aumento incontrolado del nivel del mar, en particular, deberían estimularnos a exigir acciones valientes y decisivas por parte de los gobiernos de todo el mundo para responder a estas amenazas".