Indignación en Colombia por la brutal violación a una niña indígena por un grupo de soldados. La menor de 12 años, perteneciente al pueblo embera katío, fue secuestrada y violada en el caserío de Santa Cecilia por siete militares del Batallón San Mateo.

Fue la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) quien hizo pública la violación a través de un comunicado: "Esta no solo ha sido una agresión para nuestra niña y su dignidad como ser humano y como miembro de un pueblo ancestral, ha sido una agresión para todo nuestro pueblo embera katío, y un acto que defrauda la confianza que hemos depositado en ellos como representantes del Estado"

El presidente colombiano, Iván Duque, aseguró que su Gobierno va a "enfrentar a los violadores y asesinos de niños en este país con toda la contundencia", y agregó que si toca "inaugurar la cadena perpetua" aprobada la semana pasada en el Congreso con este caso, se hará.

"A mí me duele que se señale a miembros de la fuerza pública de haber cometido una violación de una niña indígena, pero vamos a ir hasta el fondo de las investigaciones. Y si nos toca estrenar con ellos la cadena perpetua, la vamos a estrenar con ellos y con cualquiera que quiera pisotear la dignidad de un niño", enfatizó Duque.

Por su parte, la Fiscalía General asumirá el caso a fin de iniciar "de manera pronta e imparcial la investigación" sobre "el presunto acceso carnal violento en contra" de la menor. Así, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, dijo que dio instrucciones al Ejército "para tomar medidas correspondientes y colaborar con la Fiscalía en la investigación" porque "los responsables merecen una sanción severa".