El misil que acabó con el líder de Al Qaeda hace unos días era un misil ninja: no lleva explosivos, sino seis cuchillas que despliegan poco antes del impacto y que son capaces de atravesar cualquier superficie. Un sistema que reduce las bajas y que acaba con objetivos concretos.
El artefacto tiene más de 1,5 metros de largo, 45 kilos de peso y alcanza una velocidad de 1.600 kilómetros por hora. Impactan contra su objetivo sin necesidad de explotar: matan con su propia energía cinética y sus seis hojas de acero, que descuartizan al blanco
El misil Hellfire R9x o la guillotina voladora, como se le conoce, se diseñó en plena guerra fría para destruir muchos blindados soviéticos, pero fue la administración Obama la que lo desarrolló.
Todo indica que Estados Unidos lo ha utilizado para matar al líder de Al Qaeda en Afganistán. Desde un dron desplegaron dos misiles aprovechando el momento en el que Al Zawahiri estaba en el balcón de su casa. Un ataque de tal precisión que no dejó víctimas colaterales ni daños de importancia en el edificio.