Con una población de casi 46 millones de habitantes, Argentina se ha enfrentado el domingo 22 de octubre a la primera vuelta de unas elecciones clave, de las que saldrá elegido el próximo presidente de la República, quien gobernará el país durante los próximos cuatro años. De todos ellos, 34.898.212 habían sido llamados a las urnas, pero la participación de estas elecciones ha sido del 77,65%, según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior. A algunos les puede sorprender la cifra, teniendo en cuenta que votar en Argentina es obligatorio, a diferencia de lo que ocurre en muchos otros países, como España, donde votar es un derecho, no una obligación.

Lo cierto es que en la Argentina democrática, los datos de participación siempre han rondado estos números, quizás algo por encima en los inicios de la democracia, pero nunca ha sido del 100%. La participación más alta en la historia de la Argentina reciente tuvo lugar en las primeras elecciones presidenciales que se celebraron después del Proceso de Reorganización Nacional, tras el régimen del último dictador argentino, Reynaldo Benito Antonio Bignone. En aquellos comicios, desarrollados en octubre de 1983, el 85,61% de los votantes argentinos acudió a las urnas, que dieron la victoria al que fue el primer presidente de la Argentina posdictadura, Raúl Alfonsín.

Durante los primeros años de democracia, la participación en los diferentes procesos electorales se mantuvo por encima (o muy cerca) del 80%, hasta las legislativas de 2001 —durante el Gobierno de Fernando de la Rúa—, cuando la participación cayó hasta el 75,47%. En los últimos 40 años, sólo en una ocasión se registró una participación por debajo del 70%: en las elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) de 2021, unas primarias que se llevaron a cabo en el contexto de la pandemia de Covid-19 en todo el mundo, cuando sólo el 67,78% de los electores acudió a votar.

¿Hay gente exenta de votar en Argentina?

Siguiendo la legislación argentina, y aunque de base el voto sí es obligatorio en Argentina, hay que tener en cuenta que existen muchas personas exentas de votar. A priori, todas las personas entre 18 y 70 años están obligadas a votar, a no ser que puedan justificar ante la Justicia Nacional Electoral la razón de no emitir el voto. Algunas de estas exenciones son las siguientes:

  • Las personas que, por la razón que sea, se encuentran a más de 500 kilómetros de distancia del lugar en el que le corresponde votar, justificándolo ante la autoridad policial más próxima (y con motivos razonables).
  • Las personas enfermas o imposibilitadas por razones de fuerza mayor, suficientemente comprobadas y justificadas ante médicos del servicio de sanidad nacional.
  • Las personas que trabajen en organismos o empresas de servicio público y que, por cuestiones relacionadas con el cumplimiento de sus funciones, no puedan ir a votar.
  • Los jueces o auxiliares que, por disposición del Código Electoral Nacional, tengan que asistir a su oficina y mantenerla abierta durante el proceso electoral.

La multa por no votar en las elecciones en Argentina

Si un ciudadano no ha podido ir a votar, tiene 60 días de plazo para justificarlo. En el caso de no hacerlo (o de que no se acepte la justificación), el votante recibirá una multa, además de una sanción por la que se le impide ser designado para desempeñar funciones o empleos públicos durante tres años. Hay que tener en cuenta, también, que si una persona no votó en las primarias (PASO), no quiere decir que no pueda votar en las elecciones generales. De hecho, es obligatorio hacerlo.

Según la legislación electoral argentina, la "no emisión del voto" está prevista con una multa que va desde los 50 a los 500 pesos, además de ser incluido en el conocido como Registro de Infractores.

Además de estas sanciones, las personas que no acudan a votar pero tampoco paguen la multa correspondiente no podrán realizar gestiones o trámites ante los organismos estatales nacionales, provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante un año.