Europa vive pendiente del nuevo ministro griego de Economía, Euclides Tsakalotos. El sucesor de Yanis Varoufakis no ha querido dar ninguna pista de la propuesta que supuestamente llevaba a Bruselas y que, si Tsipras no se traiciona a sí mismo, debería tener una media clave.

El debate ahora mismo se concreta en la dicotomía 'quita o no quita'. Esta es la cuestión que puede impedir un acuerdo, porque Alemania no quiere ni oír hablar de un recorte de deuda griega. En el otro lado de la balanza está Francia, cuyo ministro de Interior, Manuel Valls, asegura que la quita no debe ser un tabú.

A su vez, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dicho que "evitar un 'Grexit'" es su gran objetivo, pero no cree que el día termine con acuerdo. Aún así, parece que trabaja sin descanso por un acuerdo. Es la excusa que ha dado para explicar que está más pendiente del móvil que de los europarlamentarios.