Los trabajadores de dos cafeterías de Starbucksde Búfalo, en el estado de Nueva York, han hecho historia al formar el primer sindicato en Estados Unidos de la compañía, tras el resultado favorable de la votación para constituirlo. Un acontecimiento que supone un gran impulso para el movimiento sindical en el país norteamericano.

Tres cafeterías habían solicitado por separado constituir sindicatos, pero solo dos de ellas, una ubicada en la avenida Elmwood de Búfalo y otra en la cercana localidad de Hamburg, han logrado su propósito, aunque los resultados aún tienen que ser confirmados, ante la existencia de varias papeletas que han sido rechazadas por las partes.

El resultado de la votación fue recibido este jueves con una gran explosión de júbilo por parte de la veintena de trabajadores presentes, tras las dos horas de tensión del cómputo de votos, realizado en directo y de forma telemática por la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB), un organismo estatal que convocó una votación por correo tras aceptar la solicitud de tres cafeterías de asociarse bajo el paraguas del sindicato SEIU.

En declaraciones a la agencia Efe, una de las organizadoras de la iniciativa, Jaz Brisack, confesaba su incredulidad de haberlo conseguido, tras enfocarse "en asegurarse de que las tiendas se mantuvieran unidas" frente a los ataques antisindicalistas de la empresa, que tiene unos 245.000 empleados en sus 9.000 tiendas de Estados Unidos. "Esperamos que, después de esto, Starbucks deje su campaña de acoso a los sindicatos, pase página y se siente a la mesa de las negociaciones y podamos crear un contrato del que tanto nosotros como Starbucks podamos estar orgullosos", ha aseverado.

Rechazo de la compañía y apoyo de la izquierda

La propia compañía no ha disimulado su disgusto ante los resultados y en un comunicado ha advertido de los supuestos efectos negativos sobre la empresa si este movimiento se generaliza dentro de la compañía: "Si una parte significativa de nuestros empleados se sindicalizara, nuestros costes laborales podrían aumentar y nuestro negocio podría verse afectado negativamente por otros requisitos y expectativas que podrían aumentar nuestros costes, cambiar la cultura de nuestros empleados, disminuir nuestra flexibilidad e interrumpir nuestro negocio", ha afirmado.

Además, la compañía argumenta que estos esfuerzos de organización sindical "podrían tener un impacto negativo en cómo se percibe nuestra marca y tener efectos adversos en nuestro negocio, incluidos nuestros resultados financieros".

En cualquier caso, los expertos consideran este hito una importante victoria para la lucha sindical en Estados Unidos. Así lo ha indicado, en declaraciones a Efe, el profesor de la Universidad CUNY de Nueva York Alan Aja, en un momento en que el nivel de afiliación sindical en el sector privado estadounidense apenas alcanza el 6,3 % y se reduce al 1,2 % entre los trabajadores de hostelería. "Hay una oleada de sindicalización laboral en el sector privado, donde, a través de la desregulación y políticas públicas hostiles, ha visto una disminución en la sindicalización y los derechos de los trabajadores en general durante las últimas décadas", sostiene.

Frente a los esfuerzos de Starbucks por abortar la votación, incluyendo el envío de decenas de responsables a Búfalo desde que los empleados solicitaran formar el sindicato el pasado verano, la izquierda demócrata ha tomado partido por los trabajadores, incluidos los excandidatos presidenciales Bernie Sanders y Kirsten Gillibrand o la jAlexandria Ocasio-Cortés.