Jesús no podría subsistir sin la ayuda de las ONG. "Estoy durmiendo en la calle. Fui autónomo, me fui a hacer puñetas. Estuve ocho años cuidando a mi mujer, que terminó muriendo. Toda una serie de circunstancias que me han llevado a esto", relata.

Una situación aún más dramática si tenemos en cuenta que no recibe ninguna ayuda. "Fui a Servicios Sociales y me empezaron a decir que si no les pertenecía a ellos, que tenía que ir a otro sitio... Y después pides una ayuda y también son todo meses y meses", lamenta.

Como él, en España más del 37% de las personas en paro no está recibiendo ninguna prestación por desempleo, un porcentaje muy superior al 20% que teníamos en el 2009, según datos de Comisiones Obreras.

"1.007.000 personas no tenían ninguna prestación como consecuencia de haber agotado todas las prestaciones que tenían y no tener derecho a nuevas", precisa el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de la organización sindical, Carlos Bravo.

Se trata, básicamente, de parados de larga duración. Según explica el economista Iván Campuzano, "España es un país que se encuentra en la cabeza de la Unión Europea dentro de lo que es desempleo de larga duración". "Tenemos más que 17 países, de hecho uno de cada cuatro desempleados en España son de larga duración", apunta.

Es el caso de Joaquín, que recibe una ayuda de 420 euros. Una cuantía que, según lamenta, "te quita de la calle, pero te obliga a venir al comedor". "¿Qué haces con 420 euros?", plantea.

Muchas de estas personas buscan otras ayudas, como el Ingreso Mínimo Vital, del que ya se benefician más de un millón de personas. Sin embargo, desde CCOO advierten de que esta no es la solución: "Es un asunto que hay que corregir con políticas activas de empleo que permitan la reincorporación al mercado de trabajo en mejores condiciones y con redes de protección más amplias de las que hoy tenemos", defiende Bravo.

La formación es otro pilar importante: "Muchas de estos desempleados de larga duración, el problema que tienen, es que sus competencias en el mercado laboral actual se encuentran desfasadas", afirma por su parte Campuzano. Ello, en un momento en el que en nuestro país hay 590.000 hogares en los que ninguno de sus miembros recibe ingresos.