El catedrático Santos Ruesga fue el más crítico entre los sabios que aconsejaron al gobierno para reformar las pensiones y hoy ha puesto cifra al agujero inmediato de la Seguridad Social cuando se acabe la hucha de las pensiones: "Entre 5.000 y 7.000 millones de euros el próximo año".

Después se necesitarán hasta 40.000 millones si no queremos que las pensiones caigan un 40% y los nuevos empleos no lo resolverán. "Si nosotros queremos tener un sistema de pensiones que no conduzca a la pobreza en la vejez que sea sostenible a largo plazo, no podemos confiar en el empleo", asegura Ignacio Zubiri, Catedrático de Economía Aplicada y Hacienda Pública.

Los expertos solo ven una solución: "O se dota de más recursos al sistema vía impuestos o vía cotizaciones o acabaremos con una población envejecida y empobrecida", añade Zubiri.

La primera medida es crear un impuesto nuevo o ampliar los ya existentes, como el de transmisiones patrimoniales o el IRPF. La segunda pasa por que tanto trabajadores como empresas, paguen más a la Seguridad Social. Hasta tres puntos los trabajadores propone Zubiri, "en el corto plazo, la forma sería subir los tipos de cotización a cargo de los trabajadores y los del empresario".

La tercera medida es eliminar el tope máximo de cotización para que todos los asalariados coticen por todo lo que cobran. El tope actual está en 3.642 euros brutos al mes. Por encima, ni la empresa cotiza por el dinero que abona al trabajador ni éste por el dinero que recibe. En total son 26.000 millones de euros, que, si cotizasen, permitirían recaudar 7.500 millones cada año.

Una medida a la que se oponen los empresarios, pero los expertos avisan: Eliminar el tope también aumentaría el dinero que el Estado dedica a pagar las cotizaciones de sus empleados mejor pagados.