Los grupos bancarios que operan en España volvieron a obtener beneficios en 2013 y ganaron 7.274 millones de euros frente a las pérdidas de 2.825 millones de euros sufridas en el ejercicio anterior, básicamente por las elevadas provisiones que tuvieron que dotar. En su última rueda de prensa como presidente de la patronal bancaria española (AEB), Miguel Martín, ha advertido de que, pese a que la situación económica ha comenzado a mejorar, 2014 todavía será un año duro, y comparó la crisis con una maratón, y "en las maratones se sufre todo el rato".

Pese a estos buenos resultados, "en España no se gana dinero haciendo banca en estos momentos", dijo en referencia a la poca rentabilidad del negocio en un entorno de bajos tipos de interés y poco crédito, por lo que ha asegurado que uno de los objetivos de la banca sana debe ser recuperar la rentabilidad. En 2013, la banca ha sufrido, porque, entre otras cosas, la economía española se contrajo el 1,2 % y el paro alcanzó el 26 %, pero el año fue "de menos a más", porque España logró cumplir el programa de reforma del sistema financiero y dio más pasos hacia la unión bancaria europea, ha explicado.

Volviendo a la cuenta de resultados, para Martín, las ganancias de 2013 han sido posibles por "las menores necesidades de dotaciones y provisiones" que ha realizado la banca para atender al "excepcional saneamiento" del sector. Sin embargo, ha alertado de que "si analizamos las cuentas del conjunto de la banca trimestre a trimestre, el tercero y el cuarto arrojaron resultados negativos en España, lo que muestra la dureza del ejercicio que han tenido que afrontar las entidades de la AEB, dijo.

En cuanto a los márgenes de la cuenta de resultados conjunta de 2013, todos en negativo, se vieron afectados por la débil actividad económica y por los bajos tipos de interés, explicó Martín. Martín no ha querido despedirse sin distinguir una vez más entre las entidades que han necesitado ayudas y las que no y ha explicado que "el sector rescatado ha hecho un enorme "daño reputacional a todo el sistema".

Para Martín, la lección que hay que extraer de la crisis y de la reestructuración es que "hasta que no se resuelvan las entidades no viables" los bancos sanos seguirán estando penalizados, tanto en términos de reputación como de mercado, "porque te quitan recursos de depósitos y también créditos que podrías dar como banca sana". Y es que para Martín, "el éxito de la reforma de la banca es que el sector que surja de la crisis sea más sólido, más eficiente, más viable, y más competitivo" y no es rescatar a las entidades no viables.