Montoro ya no calculará el reparto de ingresos y gastos en función de cada territorio. Lo que se conocía como balanzas fiscales pasa a denominarse cuentas publicas regionalizas.

Según el ministro, el nuevo sistema será más transparente. Las balanzas, que sólo se publicaron en 2008 y referidas a 2005, propiciaban los agravios comparativos entre unas regiones y otras.

Un panel de expertos académicos en economía se encarga ya de analizar los datos para saber si los ciudadanos, independientemente de donde vivan reciben los mismos servicios públicos.

Los resultados se anunciarán en un cónclave de economía pública que se celebrará en Girona a final de mes. Los datos de las cuentas públicas regionalizadas servirán para definir los nuevos parámetros de la financiación autonómica.

De esta forma, calculando lo que pagan los individuos y no los territorios, el Gobierno pretendería callar a CIU y Esquerra. Un argumento importante de su discurso soberanista es que los catalanes pagan más de lo que reciben de España.

Por eso siguen reclamando la publicación de los datos de la balanza fiscal de 2011. Y hay más voces discordantes, como la presidenta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, ha afirmado que este cambio solo provocará confrontación y enfrentamientos territoriales.