En un tiempo en el que todo sube, también lo hace el gas. La Tarifa de Último Recurso (TUR), la cual está regulada por el Gobierno, sigue ganando adeptos pese a experimentar una subida del 8,67% a partir del 1 de enero de 2023. Es más, según Naturgy, esta tarifa ha sumado un 20% de clientes solo en 2022.

Y es que, según la CNMC, el precio anual con esta tarifa es de unos 600 euros al año (para 6.000 kw/año), por los 1.120 euros que costaría la tarifa del mercado libre. Así, pese a la subida, sigue siendo la opción más económica en estos tiempos de incertidumbre.

La otra cara de la moneda la viven las comunidades de vecinos, con bajadas que oscilarán entre el 1,7% y el 2%, según el consumo. Sin embargo, a día de hoy no han podido acogerse en su gran mayoría porque carecen del certificado energético.

Las facturas seguirán teniendo hasta julio el IVA al 5% y, en concreto, la de la luz tendrá suprimido el impuesto eléctrico. Sobre el coste de la energía en sí, se prevé que estos meses se mantenga, de media, como hasta ahora.

La Tarifa de Último Recurso de gas natural se actualiza por el Gobierno de forma trimestral si el precio de la materia prima varía más de un 2%. A esta tarifa puede acogerse cualquier consumidor conectado a redes de gas natural de baja presión cuyo consumo anual sea inferior a los 50.000 kilovatios hora.

En el segundo semestre del año, previsiblemente, desaparecerá la conocida como 'excepción ibérica' y tocará prepararse energéticamente para el siguiente invierno.