Tenían puestas todas sus esperanzas en el informe de la Comisión Europea, pero el resultado les ha caido como un jarro de agua fría. "A nosotros no nos compensa que venga el mejillón de Nueva Zelanda y Chile, y que sean basado en Galicia y que digan que es gallego, pero gallego no es", explica un mariscador gallego.

Ellos habían solicitado a Europa que reviasara la ley para poder defender la calidad y el origen de su producto. "El chileno es mucho más claro y no alcanza los tamaños que alcanzan aquí en Galicia". "La gente que traiga productos foráneos no va a indicar su origen porque en comparación con la calidad de los productos gallegos va a ser un producto de segundo orden", explica Francisco Alcalde, presidente del Consello Regulador de Mexillón.

En su informe aseguran que esto encarecería el precio final procudto, algo que no convence a los defensores de los consumidores. "Nos están intentando tratar como a niños, indicar que un artículo que viene de Francia, Alemania o España encarecería el producto; realmente es ridículo y bochornoso", sostiene Rubén Sánchez, portavoz de FACUA.

La medida  tampoco ha sentado nada bien entre los hosteleros profesionales. "Yo exijo y quiero saber de dónde viene ese producto, ya como consumidor final", pide David Delgado, director gastronómico del Mercado de San Idelfonso. Afecta a conservas de pescado, verduras u hortalizas, productos con los que se pueden elaborar platos exquisitos.