La derrota ante Félix Auger-Aliassime dejó a Rafa Nadal con pie y medio fuera de la Copa de Maestros hasta que en la noche de este martes, la victoria de Casper Ruud le dejó sentenciado.

En rueda de prensa, el manacorí se mostró muy reflexivo y analítico con su futuro a pesar de haber completado una enorme temporada alzando Open de Australia y Roland Garros.

Desde verano, Nadal reconoce que su nivel bajó: "Han sido meses súper difíciles por los que pasé. Solo puedo aceptar que mañana comience mi temporada 2023. Es todo. Lo único que puedo hacer es seguir trabajando, seguir haciendo las cosas que necesito hacer para darme la oportunidad de comenzar con oportunidades reales en 2023. Esa es la cuestión".

De hecho, el tenista fue tajante al asegurar que sigue siendo el mismo Rafa de siempre: "Y sí, hay un par de cosas positivas. Pude jugar dos torneos en las últimas tres semanas, algo que no llevaba un tiempo sin poder hacer. Quiero decir que no creo que olvide cómo jugar al tenis, cómo ser lo suficientemente fuerte mentalmente".

Mostrándose más contundente que de costumbre, Nadal aseguró que "morirá" por volver a su nivel: "Solo necesito recuperar todos estos sentimientos positivos, toda esta confianza y toda esta mentalidad fuerte que necesito para estar en el nivel que quiero estar. Y no sé si voy a llegar a ese nivel otra vez. Pero de lo que no tengo ninguna duda, es de que voy a morir por ello".

Llegó incluso a hablar veladamente de su retirada al tener "una edad": "El año que viene, la ilusión y la motivación estarán ahí. Sin duda. Dicho esto, pues veremos lo que sucede en el futuro. Al final, tengo una edad. Está claro que los problemas han sido recurrentes, no vamos a negar la realidad.

A partir de ahí, podemos hacer dos cosas: abandonar, que si lo hago no creo que nadie me vaya a reprochar nada con todo lo que he hecho durante toda mi vida deportiva, o trabajar de la manera más adecuada a nivel profesional". Menos mal que el verbo abandonar no está en el diccionario de Rafa Nadal.