Roger Federer es algo más que un tenista. Y también algo más que un campeón. Es un jugador que con cada golpe muestra una clase y una delicadeza impresionante con la raqueta, y todo eso claro está se traslada a su forma de ser. El helvético, tras ganar en Basilea, ha vuelto a llorar tras ser 10 veces campeón del torneo suizo.

No lo pudo evitar Roger después de vencer por décima vez este título, de categoría ATP 500. Federer se impuso en apenas una hora a su rival, el australiano Alex de Miñaur, por un doble 6-2 en un partido sin más historia que la de ver al gran campeón llorando con el trofeo.

Con este triunfo, cuarto del año y 103 de su carrera deportiva, Federer se afianza en el puesto 3 del ránking ATP ante un Daniil Medvedev que buscaba el podio antes de final de año.