Nadal no para ni tras la más contundente de las victorias. Tras vencer con claridad a Dimitrov (6-4 y 6-1), escribió a su equipo para organizar un entrenamiento y preparar así la final de Montecarlo.

El español jugará su duodécima final en el torneo monegasco, en la que buscará su undécimo título. Una ética de trabajo que cientos de personas han aplaudido.