El secuestro de la triatleta Nathalie Birli ha terminado con final feliz. La austriaca se encontraba entrenando con su bicicleta cerca de Graz, en su país natal, cuando un condcutor la atropelló. Lejos de prestar su ayuda lo que hizo fue todo lo cotnrario, pues salió del coche y la golpeó para inmovilizarla.

Según ha declarado Birli, el secuestrador la llevó a una casa apartada y, bajo amenaza con un cuchillo, la retuvo allí varias horas.

Fue su novio el que denuncio su desaparición ya llegada la noche, y el dispositivo de búsqueda a gran escala no se hizo esperar. Varios ciclistas y tiatletas, compañeros de la austríaca, ayudaron en su búsqueda. A eso de la medianoche, Birli apareció en su casa con una herida en la cabeza.

Según ha confirmado la Policía fue el propio secuestrador quien la llevó a su domicilio después de que Nathalie le convenciera.

"Mil gracias a todos los que me buscaron. Me golpearon, me ataron y me llevaron a una pequeña casa de la calle. Fue como una mala película. Gracias a Dios pude liberarme y salvo un brazo roto y una lesión en la cabeza estoy bien. El secuestrador me tenía atada desnuda a una silla", dice.

El secuestrador, de 33 años, ya está detenido.