Jon Rahm es el nuevo campeón del Másters de Augusta tras imponerse este domingo por cuatro golpes de diferencia al norteamericano Brooks Koepka, firmando una tarjeta final de 276 golpes, doce por debajo del par del histórico campo del Augusta National. Rahm firmó una tarjeta de 69 golpes en la ronda final, con un único 'bogey' y cuatro 'birdies' en el tres, el ocho, el trece y el catorce. Es el segundo 'grande' que gana el español tras su triunfo en 2021 en el US Open. Es el sexto Masters conseguido por el golf español tras los dos títulos de Seve Ballesteros en 1980 y 1983, los dos de José María Olazábal en 1994 y 1999, más el que logró Sergio García en 2017.

Rahm es, por lo tanto, el cuarto español en ponerse la chaqueta verde, seis años después de que lo hiciera el de Borriol. El de Barrika jugó un golf inteligente y práctico, mejorando su actuación en tercera ronda y asegurando sus golpes para no cometer errores. Mejoró en los 'greens' y apenas salió del 'fairway', algo de lo que no pudieron presumir sus rivales, que cometieron muchas imprecisiones que les alejaron de las opciones de título. Fue un día muy largo en el Augusta National, con la tercera ronda reanudándose a primera hora de la mañana y toda la ronda final en la tarde. Rahm logró resarcirse de su mal cierre del sábado, al que llegó con dos 'bogeys' en sus tres últimos hoyos disputados.

En la mañana del domingo arrancó con 'birdies' en el siete y el ocho, recortando a Koepka un golpe gracias a que al americano se le atragantó el séptimo, saliendo del 'fairway' y cayendo en el bunker. Dos 'bogeys' más de Rahm en el trece y el 16 evidenciaron problemas con su 'putt', no supo leer los 'greens' tan bien como en los días anteriores. La noticia del domingo por la mañana fue la retirada de Tiger Woods antes de afrontar el octavo hoyo de la tercera ronda, no pudo soportar más el dolor en su pierna. Se cerró la tercera ronda con Koepka líder y Rahm a tan solo dos golpes. La amenaza llegaba desde atrás con nombres como el propio Hovland, Cantlay o Matsuyama, todos lejos pero en muy buen momento.

Rahm se mantuvo firme en su camino hacia la chaqueta verde en la tarde del domingo, sobreponiéndose al mal cierre de la tercera ronda horas antes y recuperando su confianza. Algo que contrastó con un Koepka repleto de dudas, con tres 'bogeys' en los primeros nueve hoyos. Así llegó el de Barrika hasta el primer puesto, que nunca más abandonaría. Su 'birdie' en el tres, sumado al 'bogey' de Koepka en el cuatro, alzaron al español a lo más alto. El primer birdie de Koepka en la ronda final no llegó hasta el hoyo trece, resoplaba el americano liberando cierta frustración. No tuvo efecto inmediato porque en ese mismo hoyo Rahm también finalizó con cuatro golpes y amplió a -11 su tarjeta.

En el 14 hubo más distancia, otro 'birdie' de un Rahm repleto de confianza que sonreía en las conversaciones con su caddie Adam Hayes, acariciaban el éxito. En el 16 le quiso poner emoción Koepka con un 'birdie' y con dos hoyos por jugar Rahm dominaba por tres golpes. Fue efímero, pues en la salida del 17 el español la puso en la calle con un gran drive y el de Florida la mandó contra el público. Se limitó Rahm a asegurar el par del campo, a no correr riesgos del quince al 18, y a disfrutar de su paseo llegando al último 'green', donde recibió una ovación merecida y pudo abrazarse a su esposa, sus hijos, y un Chema Olazabal emocionado.

A sus 52 años, Phil Mickelson impresionó en su última ronda con hasta ocho 'birdies', cinco de ellos llegaron en los últimos siete hoyos. El último de ellos para cerrar su participación en el 18 ovacionado por el público de Augusta y tomar camino del vestuario con la duda de si sería una amenaza real para un Rahm que se mantenía y un Koepka en caída libre. Con -8 en su tarjeta fue segundo, convirtiéndose en el más veterano en terminar en el Top 5, honor que poseía hasta entonces Jimmy Demaret cuando lo consiguió con 51 años.

"Me gusta que se repita la historia"

Rahm expresó poco después su orgullo por coronarse con el primer Masters de su carrera en el 40 aniversario del segundo triunfo en Augusta de su compatriota Seve Ballesteros, en el día de su cumpleaños y en el domingo de Pascua, algo para él "increíblemente importante". "No sé dónde estaría sin él. Hacerlo (ganar el Masters) en el 40 aniversario de su victoria, en su cumpleaños, en el domingo de Pascua, es increíblemente importante para mí", afirmó Rahm en al ceremonia de entrega de la chaqueta verde de campeón del Masters. "Sé que Ballesteros me animaba hoy", agregó.

Rahm reconoció que le costaba encontrar palabras para describir sus emociones y consideró que en el hoyo trece empezó a creer en sus opciones de triunfar en el Augusta National. "Phil Mickelson y Jordan Spieth hacían 'birdies' e iban fuerte. Quería estar seguro de no ponerme en una situación difícil en el hoyo 10, 11 y 12. Luego en el 13 empecé a atacar. No hay un sólo momento en el que empecé a creer en mis opciones, pero el 13 fue el comienzo de eso", aseguró. Tras su par en el hoyo 18, Rahm celebró el título con su mujer, sus hijos y su familia. También intercambió un sentido abrazo con José María Olazábal. "No me acuerdo todo lo que me dijo. Me dijo que es el primero de muchos más. Creo que si la conversación hubiera durado más ambos terminaríamos llorando. Me gusta que se repita la historia", afirmó.