Breckynn Willis, estudiante de secundaria y miembro del equipo de natación de la escuela Dimond de Anchorage (Alaska), ha vivido una experiencia surrealista.

La nadadora ganó una eliminatoria durante una competición, pero un árbitro consideró que su bañador mostraba demasiado su trasero, asegurando que violaba las conocidas como normas de modestia del deporte.

Este árbitro aseguraba que el traje de baño del equipo no le quedaba bien a la nadadora, alegando que una nalga llegaba a tocarse con la otra. Desde la escuela emitieron un comunicado en el que pedían suspender la norma en la que se sostenía el colegiado, calificándola de "ambigua".

La Asociación de Actividades Escolares de Alaska revocó esta decisión y mantuvo la victoria de Willis. En declaraciones a 'CNN', la madre de la nadadora denuncia que su hija ha sufrido "acoso sexual".