Disputadas las primeras seis de las 21 carreras del Mundial de MotoGP, las cartas ya están sobre la mesa. Jorge Martín lidera el campeonato con 39 puntos de ventaja sobre el vigente campeón, Pecco Bagnaia, y 41 sobre Marc Márquez, quien tras dejar Honda y unirse a Gresini ha dejado claro que aún puede hacer grandes cosas.

En Montmeló, el de Cervera completó sendas remontadas tanto en la sprint como en la carrera para subirse al podio y no perder la estela del título.

Tras la carrera, al octocampeón le preguntaron si se veía en condiciones de luchar por su séptima corona en la máxima categoría y no titubeó al responder.

"Es un mundial de dos, con un tercero que espera engancharse aunque sea con los dientes", aseguró el ilerdense.

Marc lo dejará todo en pista, pero en ocasiones dar el 120% no es suficiente: "Evidentemente, ya conocéis a los pilotos: se intenta dar el máximo. Si tú no puedes luchar por un mundial, no es porque no has querido. Es porque no has podido".

"De momento estamos ahí, pero no se van a salvar todos los fines de semana como este, como el de Le Mans. Tenemos deberes pendientes para mejorar, con dos pilotos que lo tienen muy por la mano todo. Ellos llevan cinco años pilotando la misma moto y esto, los viernes, en ese 'time attack' pues se nota", añadió Márquez, cuya sonrisa y baile tras el podio del domingo denotan que está feliz y con confianza para todo.