La Honda es claramente la peor moto de la parrilla de MotoGP y todas las pruebas que están realizando no dan sus frutos. No hay mejoras previstas. Joan Mir es muy pesimista. Tanto que no se corta en darle un palo salvaje a su propio equipo.
Lo ha hecho durante el Gran Premio de Emilia-Romagna, cuando le preguntaron por el mayor punto débil de su moto: "No es que Honda tenga un punto débil en concreto, sino que no tenemos ninguno fuerte".
La distancia con las Ducati, que lideran la parrilla, es enorme: "La mayor diferencia con las Ducati es la tracción, la aceleración. Ellos llegan a su velocidad máxima mucho antes que nosotros. Y eso es por una combinación de factores".
Y cree que la única solución es que Honda haga una "moto nueva": "Necesitamos una moto nueva, cosas grandes, distintos motores para probar. Y por el momento, eso no llega. En Suzuki mejorábamos poquito a poquito, con pequeñas piezas que incorporábamos, pero eso era porque la base era buena. La de Honda no lo es".
Johann Zarco, su compañero de equipo, simplemente no entiende qué camino está llevando a cabo la marca: "Es esa política de Honda que a veces cuesta entender".
Desde que se marchó Marc Márquez Honda no levanta cabeza. Lejísimos de las mejores motos y con un futuro a corto plazo muy preocupante. Mir ya no tiene ningún problema en criticar públicamente el trabajo de la escudería.