Mercedes ha querido dar un paso atrás y no permitirán a Christian Horner, jefe de Red Bull, acceder al tour por su fábrica. El expiloto había conseguido este privilegio al ofrecer 4.747 euros en la subasta de un acto benéfico protagonizado por ambas escuderías hace unos días.

Desde la escudería alemana han tratado de aclarar que "los empleados de otros equipos de Fórmula 1 no son aptos para aprovechar este tour", tal y como indica una de las cláusulas de la subasta, según publican desde el portal web 'Motorsport.com'.

En el momento de la subasta parece que Horner confiaba en poder acceder a la fábrica de Brackley: "Quiero ir con Adrian Newey, Pierre Waché y probablemente con Paul Field, nuestro director de producción. Será interesante ir y ver cómo están gestionando el techo presupuestario. Ha sido todo por una buena causa".

Lo que iba a ser la primera de las grandes anécdotas de esta nueva temporada de Fórmula 1 finalmente no se producirá. No se conocía si Toto Wolff hubiese sido el anfitrión de Horner en la visita, pero no cabe duda de que el morbo estaría servido, y más después de las palabras que dedicó el director ejecutivo de Mercedes al jefe de Red Bull en el medio neerlandés 'Formule 1'.

"Realmente lo lamento. Siempre trato de mantenerme profesional, de abordar las cosas de manera profesional. Sin embargo, se volvió en cuestión muy personal entre nosotros dos en algún punto del camino. En un momento dado me dijo que me callara. Entonces respondí diciendo que era un fanfarrón y que hablaba demasiado para las cámaras", dijo.

"No debería haber dicho eso porque es una relación profesional y sabes que incluso tu peor enemigo tiene un mejor amigo. Hay que respetar a esa persona, aunque estés inmerso en una pelea tan dura como la que vivimos en la pasada temporada", concluyó el expiloto austriaco.