Ferrari es el cuarto equipo de la parrilla tras dos carreras del mundial de Fórmula 1. Por delante están Red Bull, Aston Martin y Mercedes. La realidad del coche rojo es que en Arabia Saudí tanto Carlos Sainz como Charles Leclerc estuvieron lejos del podio.

Ferrari no es tan rápido como sus rivales. Al menos en este inicio de curso, donde Aston Martin les ha adelantado por la derecha. Y el lío en Maranello es total, con varias salidas y el nombre de Fred Vasseur ya cuestionado a pesar de que acaba de llegar.

Pero Sainz no se rinde. Ni mucho menos. Cuenta que sabe dónde tienen que mejorar y que ese paquete podría cambiarlo todo en el futuro: "Sabemos dónde desarrollar el monoplaza, sólo necesitamos tiempo porque por la debilidad que vimos en Bahrein".

"Obviamente no podemos traer las mejoras mañana. Aun así, estoy seguro de que este equipo es capaz de traerlas al principio de la temporada, y esto podría cambiar completamente nuestra temporada, así que es hora de trabajar duro", subraya.

Detalla que los datos del túnel del viento coinciden con lo que están viendo hasta ahora en la pista: "La cosa es que el coche está haciendo exactamente lo mismo que en el túnel de viento, así que sabemos dónde está la debilidad ahí y en la pista".

"En este momento, no estamos donde queremos estar en términos de ritmo de carrera, de coche en general e incluso de equilibrio. Simplemente sufrimos un poco y, si ya hemos sobrecalentado los neumáticos en aire limpio, cuando les seguimos nos los comemos vivos", explica el español.

Dice que es "positivo" conocer sus debilidades, que son los neumáticos: "Necesitamos aire limpio para hacer tiempos decentes. Conocemos exactamente nuestras debilidades...".