No va a ser este un feliz cumpleaños para Carlos Sainz. El madrileño, que acaba de cumplir los 25, no pudo llevar el McLaren 'a salvo' al garaje en el GP de Bélgica. El coche se le paró cuando apenas se llevaban tres vueltas y no tuvo otra que bajarse antes de lo que él habría querido.
Y es que apenas pudo rodar con un McLaren que terminó mejor de lo esperado la primera parte del Mundial. En la segunda, al menos en lo que a él respecta, no ha ido del todo bien. Fuera en la Q1 de Spa, el coche se le caló en la salida y además en la vuelta de formación reportó problemas de motor.
Finalmente tuvo que parar el coche con el 'safety car' en pista por un tremendo accidente de Max Verstappen.