La depresión sigue instalada en el Real Madrid. Dos semanas después de su último partido, y su penúltima derrota, el equipo de Julen Lopetegui sigue sin encontrarse a sí mismo y ha caído ante un Levante contra el que ha demostrado los mismos males de siempre. Sin acierto en ataque, y muy mal en defensa, 1-2 en el Santiago Bernabéu ante los granotas con la única 'buena noticia' de que la sequía goleadora que ha durado más de ocho horas ha llegado a su fin.

Lejos de refrescar ideas con el descanso de selecciones, el Real Madrid salió de la misma forma que en otros envites. Distintos nombres, idéntico resultado. En ataque, espesos. En defensa, un coladero. El Levante no tardó ni 20 minutos en ponerse con un 0-2 en el luminoso. En ambos, Varane protagonista. En el primero no llegó al cruce y Morales le robó la cartera para batir a Courtois; en el segundo, mano dentro del área que el VAR señaló. El resultado, gol de Roger.

Y es que el vídeo ha llegado para quedarse, como volvió a demostrar anulando un gol a Asensio que sin duda habría dado alas a los de Lopetegui. Porque era lo que necesitaban, una reacción rápida. Un ataque de explosividad y fuerza, y de grandeza. No lo hubo. Mariano, Asensio y Lucas, inéditos y sin acierto. Modric, un fantasma. Y lo peor, la defensa seguía con unos agujeros evidentes en todas sus posiciones. A los granotas tan solo les bastaba estar intensos atrás y ágiles a la contra para crear peligro. O para dar sensación de peligro.

Porque bien pudo irse el duelo 0-3 al descanso, y bien pudo irse 2-2 o incluso 3-2. Pero sí, toca aceptarlo. Sin Cristiano, y sin un '9' puro y de esos considerados como 'de los mejores del mundo', cualquier equipo tendría problemas para meter la pelota donde importa. Tenerla está bien, pero tan solo uno centímetros hicieron que el jugador del Levante arrancara en fuera de juego en lo que habría sido un duro golpe para un equipo que, eso sí, siempre se ha levantado.

En el segundo acto el reloj corría rápido para unos y lento para otros. Para el Levante, los 45 minutos restantes de encuentro se hicieron eternos, y para el Real Madrid fueron como un instante. Más aún tras el tanto de Marcelo. Sí, por fin anotaron los blancos tras ocho horas sin saber celebrar un gol. Fue un defensa, uno que en su trabajo no estuvo acertado pero sí hizo lo que otros no sabían o no podían hacer que es marcar. Derechazo directo a las redes para el 1-2 y para dar esperanza al Bernabéu.

También para calmar sus ánimos, pues encendidos estaban cuando el 0-2 lucía en el marcador a pesar de los intentos de Gareth Bale de que fueran el jugador número '12' ante el Levante. No se puede decir que el Real Madrid no lo intentara, con varios tiros incluso a la madera. Pero tener problemas para marcar y dar facilidades para que te marquen no suele salir bien por más Real Madrid que seas. Tres derrotas, y dos empates, suman los de Lopetegui en nueve partidos. Alguien, o algo, tiene que cambiar.