El GP de Holanda está de vuelta. Después de aquella última vez hace 35 años, la pista de Zandvoort forma parte nuevamente del calendario del Mundial de Fórmula 1, en gran parte gracias a un Max Verstappen que está con ganas de correr en casa. Tantas, que ya se ha puesto el mono de trabajo para subirse a un Red Bull y pilotar por su peraltado asfalto.

Para que todos podamos ver cómo podría ser la carrera y, sobre todo, para ver ese trazado tulipán tan peculiar que será, junto al GP de Vietnam, la principal novedad para este curso automovilístico de Fórmula 1.

Además, no solo es un vídeo para ver el futuro, sino también para recordar el pasado. Porque Max usa un Red Bull, pero uno con un v8 en su interior y ese precioso sonido que tanto se echa de menos en la F1 de la actualidad.

Con una cámara que nos muestra distintos puntos de vista del monoplaza y la pista, Verstappen se mueve como pez en el agua por el asfalto holandés. Uno en el que destaca su trazada peraltada y una última curva que promete ser todo un espectáculo.

"Podéis decir que Max Verstappen estará listo para afrontar esa última curva de Zandvoort", cuenta el Twitter de Red Bull.

Se espera que para el GP de Holanda se cuelgue el cartel de 'no hay billetes', y es que en el país están con ganas de volver a ver Fórmula 1, más aún teniendo al ídolo local en la parrilla.

Además, Max Verstappen va a ser, a priori claro está, uno de los grandes nombres del Mundial de F1 2020. Por su talento, porque tiene un coche para competir y por toda la pasta que va a cobrar después de su multimillonaria renovación con Red Bull.