Nicklas Bendtner hizo todo lo posible para dejar el Arsenal en el verano de 2013, incluso llegar a insultar a su entrenador, Arsene Wenger. Él mismo lo ha contado en una entrevista en la que también ha reconocido que no le funcionó.

"Wenger me llamó y me dijo: 'Lo siento, no te puedes ir'. Eso para mí fue una decepción inmensa, llevaba toda la semana esperando que me dijeran que podía irme. Le dije que era un gilipollas y un imbécil para que tuviese que venderme, pero no funcionó", cuenta en 'FourFourTwo'.

Aunque, eso sí, aclara que su relación siempre fue buena: "Nos respetábamos el uno al otro, tuvimos reuniones muy provechosas y ambos éramos muy honestos el uno con el otro".

Por ello, justifica su comportamiento en aquella reunión. "Recuerdo que en aquel momento yo quería irme del Arsenal y el Crystal Palace se había decidido a hacer una buena oferta por mí. El acuerdo no salió adelante porque el club no consiguió encontrarme un sustituto", explica.

"Esto me enseñó mucho acerca de su carácter, pues más tarde me explicó que el hecho de que yo me quedase era lo mejor para el club. Era difícil discutírselo. Ésa fue la única ocasión en que tuvimos una discusión verdaderamente acalorada ¡en el resto él era el único que me gritaba a mí!", sentencia el futbolista.

El danés continuó esa temporada 2013/14 en el Arsenal y al verano siguiente se marchó al Wolfsburgo. Ésta no había sido su primera época en el club londinense, donde también jugó entre 2007 y 2012, siempre a las órdenes de Wenger, ese entrenador al que llamó "imbécil" para poder ser traspasado.