¿Y si el problema no es el delantero? ¿Y si el mal del Atlético en ataque no está en quién está sino en que su fútbol no invita a la fiesta ofensiva? Sí, tras lo de Granada se podría pensar que algo había cambiado, pero el equipo de Diego Pablo Simeone suma, tras tres partidos, 180 minutos consecutivos sin anotar ni un solo gol.

Ante el Huesca primero y ante el Villarreal después, el equipo del argentino se quedó seco. Se mostró plano y escaso en argumentos como se ha mostrado en las últimas temporadas. Con Morata, con Torres, con Costa, con Suárez, con Joao Félix... con quien sea quien estuviera, el fútbol de ataque tanto en El Alcoraz como en el Metropolitano fue prácticamente cero.

Porque no solo no es que no marquen, es que sus ocasiones de gol y sus disparos a puerta se cuentan con los dedos de una mano. Sergio Asenjo, por su parte, apenas realizó intervención alguna bien protegido por una intensa y bien nutrida defensa que noqueó a la ya de por sí escasa imaginación del Atlético.

Al final Arias va a tener razón

Sí, cierto es que Paco Alcácer no tocó ni un balón, y que Gerard Moreno, peleón, tampoco tuvo su día en ataque. En el Villarreal, quien más oportunidades tuvo fue Mario Gaspar, el lateral derecho. Lateral que, por cierto, fue el mejor del partido. Se podría hablar por tanto del partido de los de Emery, pero el cuadro de Castellón no tiene a un jugador cuyo coste fue de 120 millones.

Ni se han gasto no pocos 'kilos' en, precisamente, reforzar la faceta ofensiva. Una que siempre ha estado en duda por el bagaje goleador, escaso, del equipo de un Simeone. De un Simeone al que, por otra parte, pocos señalan como responsable a pesar de que muchos han pasado por el ataque rojiblanco 'sufriendo' un estilo de juego que prima la portería a cero a la celebración de goles.

Simeone insiste: Joao Félix, a la banda

Porque el festival ante el Granada sigue dejando partidos de resaca y de dolores de cabeza en el Atlético. De sopor y de aburrimiento. De saber que no va a pasar nada que un fútbol espeso de centrocampismo, de brega y de pelea. Escaso de talento, de imaginación y de chispa.

Joao Félix, cero. El luso, a la banda. Si destacó por la zona central con libertad de movimientos ante el Granada, Simeone le escoró a la izquierda ante el Villarreal. No apareció. Y si él no aparece, Luis Suárez luce menos. Un disparo, y ni siquiera entre palos, del uruguayo contra los de Emery.

Thomas fue el mejor de entre Koke y Saúl. No es decir mucho realmente del ghanés, sino más bien es lo opuesto en las figuras del 6 y del 8. Y Carrasco, al banquillo. El belga, incisivo contra el Granada, salió en el minuto 70.

Algo debe cambiar en el Atlético si de verdad quiere aspirar a algo. Algo como, por ejemplo, el fútbol. Un fútbol más ofensivo. Más para sacar a relucir sus virtudes. Para que luzcan Joao Félix y Carrasco. Para que Suárez, a quien ni Simeone puso en duda, al menos tire a puerta. Un fútbol atrevido y constante, y sin miedo a perder para ganar, ganar, ganar y volver a ganar.

¿Para qué Cavani?

Cero tiros a puerta, en un equipo con tantas estrellas, no puede ser el resumen de ningún partido de fútbol. ¿Cavani? Para qué, si no se dispara a portería da igual a quien tengas de delantero.