El jugador del Atlético de Madrid Lucas Hernández afirma que su candidato este año para el Balón de Oro es su compañero de equipo y de selección Antoine Griezmann, a quien sitúa por encima de jugadores como su compatriota Kylian Mbappé, en una entrevista que publica "France Football".
"Griezmann lo merece, para mí es el favorito. Ha destacado en todas las competiciones que ha jugado este año", opina Hernández y añade que Mbappé marcó algunos goles "fabulosos" en el Mundial, pero que su juventud le dará la oportunidad de ganar "muchos" Balones de Oro en el futuro.
"Es el año de Griezmann", sentencia Hernández. El lateral también tiene palabras de agradecimiento por la apuesta del seleccionador francés, Didier Deschamps, por él y por otorgarle la titularidad desde un inicio en el pasado Mundial.
"No podía decepcionarle, al principio me eligió por mis cualidades como defensa, pero rápido me pidió que intentara cosas diferentes, que asumiera riesgos en ataque. Hasta Diego Simeone me dijo que había descubierto cosas nuevas de mí durante el Mundial de Rusia", comenta.
Saca pecho por el Mundial
Hernández muestra su ambición al asegurar que el objetivo del club para esta temporada tiene que ser la Liga de Campeones, cuya final se disputará en el Metropolitano.
El club colchonero ha afrontado esfuerzos para esta temporada con la contratación más costosa de su historia, la del francés Thomas Lemar -72 millones de euros-, además de conseguir la permanencia en el equipo de su estrella, el delantero Griezmann. "Son señales poderosas. El Atlético cuenta hoy con tres campeones del mundo, jugadores de clase mundial y uno de los mejores entrenadores de la actualidad", presume.
Hernández, que fue padre por primera vez quince días después de proclamarse campeón del mundo, sostiene que Francia siempre fue "su camiseta" al mismo tiempo que afirma saber lo que debe a España por haberle acogido de niño. La fuerza de la selección francesa residió, para el polivalente defensa, en jugar como un grupo cohesionado.
"Para muchas personas no éramos los más talentosos, pero teníamos alma, voluntad y fe en nosotros. No hay más que ver a 'tíos' como Olivier Giroud o Antoine Griezmann sacrificarse para venir a defender como perros. El objetivo final en el fútbol es ganar, el fútbol solo conserva en su memoria a los campeones", concluye.