En el Campeonato Nacional de Carreras de Aceleración disputado en Denver (EEUU) y a más de 300 kilómetros/hora, el coche en el que viajaba Kenny Delco se escoró hacia la izquierda y se estrelló contra las protecciones laterales, dando hasta tres vueltas de campana.

Con el coche totalmente destrozado y volcado, a la vez que los presentes tenían su corazón en un puño, Delco logró salir por sus propios medios del vehículo y, afortunadamente, salió ileso del accidente.