Roberto Baggio, mito del futbol de Italia y ganador de un Balón de Oro, ha hablado con 'La Repubblica' después de mucho tiempo en silencio. El transalpino, que estaba prácticamente alejado del mundo del balompié, ha confesado qué es lo que pensó tras errar el penalti de 1994 que le costó el Mundial a su selección ante Brasil.

"Sigo sin perdonarme el penalti que fallé ante Brasil. Ese día podría haberme suicidado y no habría sentido nada", afirma sobre lo sucedido en el Mundial de 1994 en Estados Unidos.

Dos años después, se quedó sin Eurocopa: "Arrigo Sacchi no me convocó para demostrar que la táctica es más importante que los jugadores. No llego a cuartos de final".

"No le tengo entre los técnicos con los que me llevé bien. Tan solo a Carletto Mazzone, un hombre libre que no compitió con los jugadores", dice.

Sobre su vida deportiva, Baggio afirma que se fue obligado de la Fiorentina: "Les estoy agradecido, pero no quería irme. Sin embargo ya me habían vendido".

Baggio, además, habla de su retirada: "Me estaba ahogando. Había muchos obsesionados con el juego táctico que solo querían neutralizar el fútbol de los demás. Dejar el fútbol me devolvió la vida, y ahora no veo los partidos. Me aburren, como el golf. Prefiero el baloncesto, y me gusta el fútbol femenino".

Ahora, Baggio manda un mensaje a los exjugadores que ahora son comentaristas: "No voy a la televisión porque me incomoda juzgar a los demás. Ahora veo a excompañeros dando lecciones y cuando jugaban no eran capaces ni regatear con las manos".