Karim Benzema vive momentos de felicidad. El delanterovuelve a una convocatoria con Franciacinco años y medio después. Benzema jugará la Eurocopa de este verano con el convencimiento de que a su regreso a la capital de España Zinedine Zidane seguirá sentándose en el banquillo del conjunto blanco. Benzema lo tiene claro.

"Zizou ha sido siempre sincero conmigo. Cuando no voy, es sincero y cuando he ido con Francia, también. Le respeto mucho porque es muy directo conmigo. Me da mucha confianza en el terreno de juego. Hasta ahora, Zidane es el entrenador del Real Madrid. No le veo saliendo. No va a irse, lo veréis. Si se va, se va, pero por el momento, no veo a un Madrid sin Zidane", dice en una entrevista a 'L'Equipe'.

El '9' madridista achaca los malos resultados del equipo a una temporada plagada de lesiones, en la que la enfermería blanca no ha dejado de funcionar. "No estoy de acuerdo en que se diga que es la culpa del colectivo porque tuvimos 60 lesionados. En ningún momento pudimos jugar con todos nuestros jugadores. Ha sido una temporada complicada. Pero llegamos a semifinales de Champions, y luchamos hasta el final en La Liga. Podíamos haberlo ganado todo, pero lo perdimos", afirma el atacante.

Vuelta a casa

Benzema vuelve a ser jugador de la selección francesa. Una sensación que el futbolista no experimentaba desde el 8 de octubre de 2015, cuando jugó su último partido con Francia frente a Armenia. Benzema no oculta el orgullo por volver a vestir los colores de su país. El futbolista reconoce que estuvo muy pendiente el día en el que Didier Deschamps daba la lista.

"Fue un día muy especial el pasado martes. Tenía mucha esperanza. Se demostró que muchos esperaban mi regreso. Y estaba muy muy feliz con la convocatoria. Estaba en mi casa de Madrid. Recibí muchos mensajes durante toda la mañana. El rumor iba aumentando y parecía el acontecimiento del día. Y estuve esperando mucho tiempo delante del televisor con mis familiares y mis padres al teléfono", explica Karim.

Pero esos primeros años atrás ausente en el combinado francés, el galo confiesa que fue duro ver como la mayoría de sus compañeros iban con sus equipos nacionales, mientras él se quedaba entrenando en Valdebebas. Fueron momentos complicados para Karim, que afirma que nunca se dio por vencido.

"Fue difícil, sobre todo al principio. Después, me dije que era un obstáculo en mi carrera. En cada partido de selecciones, 25 de 26 iban con la selección en el Madrid y entrenaba con los jóvenes. Pero no podía rendirme. Fue en esos momentos en los que me volví mejor mental y físicamente", sostiene.

Al ser preguntado sobre si su calidad eclipsará a la de jugadores como Griezmann o Mbappé, el atacante blanco tiene claro que viene a ser uno más del equipo sin querer destacar. "No, no vengo aquí para ser la sombra de nadie ni para ocupar el sitio de alguien. Ellos ya saben lo que es ganar. Vengo a aportar mis cualidades a Francia", añade.