Bradley Wiggins ha sacado a la luz el auténtico calvario que vivió cuando era un niño. El exciclista británico ha confesado en una entrevista concedida a la edición del Reino Unido de la revista 'Men's Health' uno de los episodios más duros que vivió durante su infancia.

"Un entrenador abusó sexualmente de mí cuando era joven. Tenía 13 años y nunca lo acepté por completo. Me impactó como adulto", reconoció el campeón del Tour de Francia 2012 y oro olímpico en contrarreloj en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Wiggins no se atrevió a contarlo por la complicada relación que mantenía con su padrastro: "Mi padrastro era muy agresivo. Me llamaba marica porque llevaba ropa de ciclista muy ajustada. No creo que pudiera decirle nada de ese episodio, así que intenté olvidarlo. Era un niño solitario y me sentía muy solo. Quería alejarme de mi entorno y creo que eso me llevó a rodar en bicicleta".

Su padre biológico le abandonó, pero consiguió conocerle antes de que falleciese: "Mi padre era mi héroe y quería demostrarle que yo también valía. Le conocí por primera vez cuando tenía 18 años y desde entonces tuvimos buena relación pero estuve sin verle años antes de que muriese en 2008. Era un buen ciclista pero desperdició su talento. Tenía depresión, era adicto al alcohol y tomaba muchas drogas".

También ha confesado que no supo llevar de la forma adecuada las importantes victorias durante su carrera profesional como ciclista, algo que le afectó en gran medida: "Después de ganar el Tour y el oro olímpico en contrarreloj en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, mi vida cambió por completo".

"Me arrastraron la fama y el éxito pese a que soy una persona cerrada. En los años posteriores a ganar el Tour no sabía quién era. Actuaba como una estrella de rock, no era yo mismo. Creo que fue el periodo más infeliz de mi vida. Se esperaba que ganara más, tenía más presión y tuve que luchar con eso", sentenció.

Por último, Wiggins hizo referencia a los problemas de salud mental con los que convive actualmente: "Tengo que tener rutina. Entrenar todos los días, es importante. No beber demasiado... con mi depresión, si no me cuido se manifiesta más, como una manía".

"Siempre pensé en la depresión como si te llevara a una habitación oscura en un pórtico. Trato de ser más divertido y termino siendo impactante y polémico", concluyó el exciclista británico.